viernes, 18 de febrero de 2011

Compañía

Hace un par de años comencé a creer firmemente en mi vocacion matrimonial. No confundan matrimonio con engendrar hijos como conejos, sino como pareja, compartir una vida, proyectos, un mismo objetivo buscado por dos personas unidas.
Hoy me encuentro en esta encrucijada que es el lustro entre los 25 y los 30 años y estoy sola, y sin miras de "emparejarme".
Las posibles personas que podrían hacerme feliz (y por cuya felicidad poder desvivirme) son felices al lado de otras gentes o no están interesados en mi compañía particular. Los interesados, si bien pueden ser buenas gentes, no son para mi, no puedo inventar sentimientos.
Llegue a lamentarme al ver que me deparaba un futuro conformista al lado de alguien por el solo hecho de querer tener un socio de vida con quien compartir futuros, pero logré resignarme a una soledad desencantada en pos de no ser una tremenda infeliz en una pareja sin amor.
Si mi vocación es la soltería, la viviré con la decencia necesaria, aunque no me resigno del todo, cuando tuve la posibilidad de "jugar" a ser pareja fui muy feliz, y lo sentí natural, cómodo, como un encastre, todo ocupaba su lugar. Pero bueno, no puedo jugar a querer manejar mi vida, lo sé desde hace bastantes años.
En una época tan "casamentera" para mis amistades, cuando muchos han formado o estan formando familia verme en esta situacion solo me recuerda tengo amigos queridos, con quienes puedo compartir la felicidad que los embarga. Ver a sus hijos comenzar la escuela, asistir a sus juramentos de amor de por vida, ver crecer sus proyectos, son cosas que hacen en pareja, pero yo los acompaño, yo los miro desde mi lugar, sola, pero del que nadie me aparta.
Los quiero.

1 comentario:

  1. Pero tambien se pueden tener hijos como "conejos" y estando en matrimonio ya que a muchos a veces les gusta tener varios.
    Bah.. que se yo, debe ser lindo tener una casa llena de chiquitos(obvio que pensados y deseados, no de sorpresa).

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