La vida de todo hombre precisa de un norte, de un itinerario, de un argumento. No puede ser una simple sucesión fragmentaria de días sin dirección y sin sentido.
Cada hombre ha de esforzarse en conocerse a sí mismo y en buscar sentido a su vida proponiéndose proyectos y metas a las que se siente llamado y que llenan de contenido su existencia.
A partir de cierta edad, todo esto ha de ser ya algo bastante definido, de manera que en cada momento uno pueda saber, con un mínimo de certeza, si lo que hace o se propone hacer le aparta o le acerca de esas metas, le facilita o le dificulta ser fiel a sí mismo.
Cada hombre ha de esforzarse en conocerse a sí mismo y en buscar sentido a su vida proponiéndose proyectos y metas a las que se siente llamado y que llenan de contenido su existencia.
A partir de cierta edad, todo esto ha de ser ya algo bastante definido, de manera que en cada momento uno pueda saber, con un mínimo de certeza, si lo que hace o se propone hacer le aparta o le acerca de esas metas, le facilita o le dificulta ser fiel a sí mismo.
Hace 10 años, si me preguntaban sobre mi proyecto de vida lo único que se me venía a la cabeza era algo muy parecido a una orientacion vocacional para ver cuales eran las carreras en el mercado.
Hace un tiempo aprendí a ver el verdadero sentido, y cuando creí descubrirlo me dí cuenta de que no es proyecto propio, sino compartido, y las dos partes tienen que querer lo mismo, y llevarse bien en el intento.
Hoy sigo sin comenzar mi proyecto.
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