domingo, 25 de marzo de 2012

Queen of hearts


¿Sintieron alguna vez que el mundo giraba en una dirección, en un sentido y una velocidad que no coincidían con los suyos? Así me siento yo ahora.
Siento que veo el mundo pasar, con toda su prole, pero mi tiempo esta detenido, no me puedo bajar del mundo porque aún tengo cosas que hacer acá, así que me quedo, pero no voy a su ritmo. Lo veo pasar, la gente se acerca a mi, me conversa, tenemos contacto, nos queremos, pero ellos siguen a su ritmo y yo al mío, en mi dirección, en otro sentido (o no).
Lo que el mundo me propone en este momento me hace bien, pero no puedo hacerlo propio, porque mis ritmos no coinciden con los del mundo… ellos pasan, se apuran, retroceden, vienen, van y yo no, estoy en otro lado, mas arriba, mas abajo, escuchando otra música, sosteniendo otra cosa. Vienen, los disfruto, pero les pido que sigan su camino, que cuando vuelvan a pasar, yo voy a seguir acá, y acá estoy, ellos van y vienen, dan vueltas enteras, son cíclicos, yo estoy.
Estamos en órbitas distintas, que de vez en cuando se cruzan, como un eclipse. En esos momentos me haces muy bien.

Un abrazo eterno.


Meri


miércoles, 14 de marzo de 2012

Mystic Queen

Hoy se me dio una consigna: imaginen un sueño, un ideal, una utopía propia, no un deseo para alguien querido, algo propio, una ilusión para nosotros mismos, crearla firmemente en nuestra mente, hacerla tangible en nuestro interior, y darle color.
En estas situaciones, no importa cuán clara sea la consigna, mi subconsciente agarra para donde se le ocurre, y si mi consciencia se emperra en hacerlo volver, es en vano. 
Hoy mi ideal fue un estado, me imagine levitando (sisi, floating in the sky) en un paisaje muy muy muy similar al del comienzo/final de la película "Sound of music" (¿coincidencia? hoy no creo en ellas). No levitaba como producto de una concentración milenaria, levitaba como formando parte del paisaje, yo ERA ese bello lugar, no habia nadie mas, era yo, eran las nubes, era el cielo, era la montaña... yo lo era. 
Me imagine en una posicion cómoda, sentada, piernas cruzadas, con los ojos cerrados pero viendo el paisaje (era utópico, así que vale) y comenzamos a ver el color que le iba a poner a mi ideal, COLOR DIJIMOS!!! pero no, lo único que yo veía era LUZ, claridad, no un sol rajador de tierras que te hace sudar, solo su luz, clara como a las 6 de la mañana en enero, solo luz, y casi que sentía la brisa en mi cara, y hasta sentí lágrimas, y una sonrisa eterna que no se aparta nunca. 
Ese es mi ideal, ese es mi sueño, es mi utopía, y la única manera que tengo de expresarlo es describirlo como un cuento, como explicando un cuadro, una escena de una película mala, o muy sesuda para la media. Y así quedé, habiendo descubierto esto justo después de un encuentro que me dejó en falsa escuadra (como ya dije, hoy no hay casualidades) con un ejercicio que llegó justo en este día, en este momento gracias a que mi profesora gestáltica tiene este poder sobre mi. Justo en un día miércoles, en ésta semana, en éstos días, en ésta vida.
Hoy nada es casualidad, y mi única dueña soy yo misma. Soy mi autora y lo pongo por escrito, por si mañana me olvido.