lunes, 11 de febrero de 2019

Nunca seré suficiente.

Nunca soy suficiente para aquellos a quienes aspiro, a quienes admiro.
Aspiro a alguien a quien admirar y que me admire, pero nunca voy a llenar esas manos tan grandes. 
Debería aprender a conformarme con alguien pequeño, alguien simple. Ya me lo dijo un amigo una vez: "no tiene nada de malo que seas una cajera que se enamora de alguien sin formación". En el momento que me lo dijo sentí que nunca nadie me había dicho algo tan triste. Y hoy estoy decidida a hacer realidad esa premisa.

No puedo seguir volando por los aires cuando la vida me sigue demostrando que no puedo aspirar a la grandeza con la que sueño.

Nunca voy a ser suficiente para llenar sus manos.